PROPONEN LA CREACIÓN DE FONDOS DE ESTABILIDAD EN LAS REGIONES Y MUNICIPIOS

RSE.- Con el objetivo de diseñar políticas de desarrollo social con un horizonte de largo plazo que tengan   un real impacto en la educación y salud de las poblaciones, Javier Arellano de la Universidad de Deusto (España), propuso hoy la creación de fondos de estabilidad regional y municipal, que hagan predecible sus ingresos en un periodo de 20 a 30 años.

Durante su participación en el conversatorio “Impacto de los intereses políticos y las redes sociales en la gestión de las relaciones comunitarias”, que organizó el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), explicó que esto permitirá quitar la presión sobre el gasto que afecta a estas instancias subnacionales.

“No tiene sentido que las autoridades tenga que gastar necesariamente lo que se les transfiere en un año, sino por el contrario deben hacer una planificación de largo alcance”, subrayó.

El experto hizo estas afirmaciones al comentar que según últimos estudios, en el Perú no existe una correspondencia entre los aportes realizados vía Canon Minero y las contribuciones voluntarias de las empresas con los resultados obtenidos en cuanto a desarrollo en las zonas con actividad minera.

“No se puede decir que la minería genera más pobreza pero tampoco que hay efectos significativamente positivos en sus zonas de influencia”, remarcó.

En ese sentido, sostuvo que si bien esto se debe a una falta de capacidad en el gasto de los gobiernos regionales y locales, por ejemplo en el periodo 2007 – 2012, Moquegua, Tacna, Cusco, Pasco y Áncash  han realizado inversiones percápita superiores a otras regiones del país, “lo que demuestra que si han gastado. El tema es cómo lo han hecho”.

“La verdad es que la presión para el gasto en los gobiernos regionales y locales ha sido perversa por parte del Gobierno Central, las ONG y las empresas. Durante años el indicador fundamental para medir la actuación de estas instancias subnacionales ha sido su porcentaje de ejecución”, explicó.

Igualmente, señaló que esto desembocó en un pacto entre las poblaciones y las autoridades para gastar en lo que sea y distribuir esos fondos en la generación de trabajo público más que en la inversión en servicios básicos fundamentales.

A esto se añade, dijo, el tema de la corrupción, la revocatoria que limita el periodo de las autoridades locales y la gran incapacidad de planificación y coordinación en la que los ministros, los presidentes regionales y los alcaldes quieren hacer obras a título personal que en muchos casos duplican los esfuerzos.